La policía desmantela un campamento propalestino en la Universidad de Michigan

Manifestantes se reúnen en el campus de la Universidad de Drexel durante una nueva acampada propalestina el lunes 20 de mayo de 2024, en Filadelfia. (Jose F. Moreno/The Philadelphia Inquirer vía AP)

ANN ARBOR, Michigan (AP) – La policía desmanteló un campamento propalestino en la Universidad de Michigan antes del amanecer del martes, citando una amenaza a la seguridad pública y ocurriendo menos de una semana después de que los manifestantes aumentaron la presión colocando bolsas para cadáveres falsas en el césped de un funcionario escolar.

Oficiales con cascos y máscaras de protección irrumpieron antes del amanecer para desalojar el Diag, conocido por décadas como un lugar de protestas en el campus. En videos publicados en línea se ve a policías utilizando en ocasiones lo que parece ser una sustancia irritante para rociar a las personas, que fueron obligadas a retirarse.

Al menos cuatro personas fueron arrestadas, lo que provocó que los manifestantes se trasladaran a la cárcel del condado de Washtenaw, donde marcharon afuera en apoyo de sus aliados.

El campamento del campus se instaló el 22 de abril, cerca del final del curso escolar y justo antes de que empezaran a llegar las familias para la ceremonia de graduación de primavera. También se exhibieron carteles que se burlaban del presidente Santa Ono y de otros funcionarios.

Una vez desalojado el campamento, se cerraron los edificios cercanos, incluidas las bibliotecas de licenciatura y posgrado, y la policía rechazó a los estudiantes que se presentaron para estudiar.

Ono afirmó en un comunicado que el campamento se había convertido en una amenaza para la seguridad, con fuentes de energía sobrecargadas y llamas abiertas. Los organizadores, añadió, se negaron a cumplir con las solicitudes de realizar cambios tras una inspección realizada por un jefe de bomberos.

«El desprecio por las directivas de seguridad fue sólo el último de una serie de eventos preocupantes centrados en un campamento que siempre ha violado las reglas que gobiernan el Diag, especialmente las reglas que garantizan que el espacio esté disponible para todos», dijo Ono.

Los manifestantes han exigido que la fundación de la universidad deje de invertir en empresas vinculadas a Israel. Pero la universidad insiste en que no tiene inversiones directas y menos de 15 millones de dólares colocados en fondos que podrían incluir empresas de Israel. Eso supone menos del 0,1% de la dotación total.

“No hay nada más que decir. Ese tema está saldado”, dijo la semana pasada Sarah Hubbard, presidenta del Consejo Rector de la Universidad.

Personas con la cara tapada también colocaron reivindicaciones en las puertas de otros miembros del consejo.

Un grupo de 30 manifestantes se presentaron en su casa la semana pasada, antes del amanecer, y colocaron en su césped bolsas rellenas y pintadas de rojo que recordaban las bolsas de cadáveres. Tocaron un tambor y corearon consignas usando un megáfono.

«Esta conducta es la que nos lleva, literalmente, a la puerta de mi casa», dijo Mark Bernstein, abogado del área de Detroit y miembro del consejo, en una reunión de regentes el jueves pasado. «¿Quién será el próximo? ¿Cuándo y dónde acabará esto? Como judío, conozco la respuesta a estas preguntas porque nuestra experiencia está llena de tragedias que corremos el grave riesgo de repetir. Ya es suficiente».

Los estudiantes y otras personas han instalado campamentos de tiendas de campaña en los campus de todo el país para presionar a las universidades para que corten los lazos financieros con Israel. Las tensiones en torno a la guerra han sido elevadas en los campus desde el otoño, pero las manifestaciones se extendieron rápidamente después de que el 18 de abril la policía reprimiera un campamento en la Universidad de Columbia. Los arrestos en las universidades han superado la marca de 3.000 en todo el país.

La Universidad de Drexel, en Filadelfia, amenazó el lunes con desalojar un campamento, con el campus cerrado, las clases impartidas virtualmente y la policía vigilando la manifestación.

A muchos empleados de Drexel se les pidió que trabajaran desde casa. El presidente John Fry dijo el lunes por la noche que el campamento había perturbado la vida en el campus y que “no se puede permitir que permanezca en el lugar”.

Las opiniones y puntos de vista expresados en este artículo pertenecen al autor original, y no necesariamente reflejan la opinión de Avivamiento Radio o de nuestros presentadores. El artículo no se publicó primero en nuestro sitio, sino que se publicó por primera vez aquí.

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